El VAR le dio al Inter la posibilidad de abrir el marcador en el parejo partido ante Udinese.

Mauro Icardi, capitán del nerazzurro, tomó la responsabilidad de ejecutar un penal a 15 minutos del final.

El goleador argentino, con su compatriota Juan Musso enfrente, no se puso nervioso y ejecutó con maestría la pena máxima.

Como si el Inter estuviera tres goles arriba, Icardi pinchó la pelota y humilló al exarquero de Racing, quien vio como el rosarino adelantaba a su equipo en el marcador.

 

Los dirigidos por Luciano Spaletti se quedaron con el triunfo pese a un flojo desempeño del equipo.