Tiempos complicados vive Lionel Messi en el Barcelona desde aquel 8-2 ante el Bayern Munich en la edición pasada de la UEFA Champions League.

El argentino quiso irse del club en el que jugó toda la vida, no lo dejaron hacerlo en buenas condiciones y por eso continuó en España, pero lo que sucede dentro del campo de juego lo dice todo.

El último partido del '10' nos dejó una de esas imágenes que nunca olvidaremos: con pura impotencia, le pegó un durísimo golpe a un rival del Athletic Club.

 

La final de la Supercopa ya estaba definida a favor del conjunto vasco y sin pelota, Leo tiró un codazo que le costó su primera roja con el conjunto blaugrana.

Días después, llegó la sanción oficial: dos partidos para él perdiéndose así el duelo ante Cornellá por la Copa y Elche por LaLiga.

Mientras esperan para jugar los octavos de final del torneo de clubes más importante de Europa ante PSG, los de Koeman marchan terceros en el torneo local, a siete puntos de un Atlético Madrid que tiene dos duelos menos.