Cuando fue presentado en Barcelona, Quique Setién eligió explicar que hasta ese entonces se encontraba muy tranquilo en su casa, con sus ovejas, y que de repente le había llegado la oportunidad de cumplir un sueño.
En un mes, la metáfora de las ovejas podría volver a aplicar, ya como anhelo de una tranquilidad que, claro está, para el entrenador ya es historia.
En medio del conflicto entre Messi y Abidal, que podría provocar la abrupta salida del francés, Quique Setién brindó una rueda de prensa. Allí, le preguntaron si le preocupaba más esta situación o la lesión de Ousmane Dembélé.
“Me preocupa y me da mucha pena que Dembélé esté tres, cuatro o cinco meses sin jugar a lo que más le gusta. Lo demás son cosas pasajeras sin ninguna importancia”, respondió sin dudar.
Y sobre la posibilidad de sustituir al francés, agregó:“Claro que tenemos a alguien en la cabeza, lo teníamos antes y tenemos ahora. Estamos pendiente de si hay o no autorización por parte de la Federación”.
Ante la gran variedad de problemas con los que le ha tocado lidiar pese a lo poco que hace que llegó, Setién reafirmó su compromiso:“Hace un mes no tenía un problema en casa, pero no me arrepiento de venir. Y cuando uno viene a un club así, ya sabe que pasan estas cosas. A mí me empuja el viento del norte y no me caigo tan rápido. Y estoy convencido de que esto va a ir muy bien”.


