No era broma, aunque muchos no creyeron. Shakhtar Donetsk salió con vida de un grupo que, tras el sorteo, se juzgó muy complicado por la compañía de Manchester City, Feyenord y Napoli. Y lo hizo derrotando nada menos que al hasta entonces inexpugnable equipo de Guardiola, asegurándose el segundo lugar y la clasificación a octavos de final.

No era broma, aunque muchos no creyeron. Porque el entrenador Paulo Fonseca, que hace un mes atrás había prometido disfrazarse de Zorro si sus dirigidos lograban meterse entre los dieciséis mejores equipos de la competición, apareció en la conferencia de prensa con sombrero y antifaz.

"Siento una gran alegría. Creo que no sólo los seguidores de Shakhtar, sino todos los ucranianos, deben estar orgullosos de nuestro equipo", fueron las primeras palabras del extrovertido entrenador portugués, que se hizo cargo del club ucraniano en 2016 y ya fue campeón de Liga y Copa de Ucrania.

Cumplido el objetivo y cumplida la promesa, toca esperar el sorteo de los octavos de final de la Champions League, que tendrá lugar el próximo lunes en Suiza, para ver a cuánto más se animarán sus dirigidos.