Zinedine Zidane seguramente seael personaje más importante de la historia del Real Madrid en relación futbolista – entrenador.
El técnico francés anunció hoy su renuncia tras dos temporadas y media al mando del equipo, que ganó la Copa de Europa hace menos de una semana. Con la excusa de que el plantel necesitaba una renovación y él un discurso nuevo, Florentino Pérez se sorprendió ante su anuncio.
Mítico volante central que conquistó a todo el Santiago Bernabéu con sus históricas gambetas, goles y asistencias, se hizo cargo del primer equipo el 4 de enero de 2016, en medio de una minicrisis que se llevó a RafaBenítez apenas seis meses después de asumir.
Desde allí, todo fue éxito y jolgorio pese al constanterunrúnde los medios y parte de la afición argumentando que, pese a ganar, el equipo nunca tuvo un estilo de juego definido. Tres Champions al hilo -las últimas pasando por encima a su rival en las finales-, dos mundiales de clubes, 1 Liga, 2 supercopas de España y 1 supercopa de Europa en dos años y medio hablan a las claras de la supremacíamerengueen el fútbol europeo y mundial.
A ganar. Quizás a eso jugaba el Madrid de Zidane. Muchas veces, sus rivales salían derrotados antes de entrar a la cancha. La solidez y la tranquilidad con la que, tanto el entrenador como sus dirigidos afrontaban duelos decisivos, dejaba una sensación de imbatibilidad que se había esfumado en la capital española con el apogeo del Barcelona entre 2008 y 2012.
Ni siquiera la fortaleza de su clásico de barrio, el Atlético Madrid, o grandes equipos que dominan con comodidad en sus respectivas ligascomo Juventus, PSG o Bayern Múnich lograron hacerle frente a un coloso que se agrandaba ante las situaciones más adversas.
Su partido más recordado será, quizás, la práctica a puertas abiertas que significó la final de Cardiff, donde goleó con un Cristiano estelar a unaJuventus que apenas pudo decir presente con una obra de arte de Mario Mandzukic.
Gareth Bale le dio un broche de oro a su segundo paso por Madrid volando por los aires con una pirueta espectacular que se estrelló en el ángulo del bastardeado Lorian Karius. Kyev fue el escenario elegido porZizoupara decirle adiós a un ciclo que, en cuanto a los números, no tiene precedente alguno.
1 título cada 17 partidos. 9 campeonatos obtenidos en dos temporadas y media. 104 partidos ganados de 149 jugados. El Real Madrid de Zidane es imbatible desde los números y logró, en apenas 30 meses, destrozar cualquier tipo de similitud con otra escuadra.
PasaronDi Stéfano, La Quinta del Buitre, Los Galácticos. Llegó Guardiola. España fue, por fin, de dos colores distintos. La diferencia se achicó. AparecióZizou, ordenó un vestuario repleto de estrellas e ideó un equipo que esta(ba) compuesto por la justa medida de calidad y personalidad. Sin emitir un grito y con conferencias de prensa poco jugosas, estiró la ventaja por sobre su rival eterno y le dejó la casi irremontable diferencia de 8orejonas.
Carlo Ancelotti, el último campeón de la Champions con el Madrid A.Z (antes de Zidane), sostiene que el tiempo justo para permanecer en un equipo grande no debe superar los tres años. Quien fue su ayudante de campo en la Champions2014 siguió su consejo y dejó al equipo en la cima del mundo, sabiendo que ya no queda absolutamente nada por ganar.
Ahora, los dirigentestienen la difícil tarea dehallar a alguien a la altura del mejor entrenador de la historia moderna del club.Aquel designado recibirá una herencia difícil de llevar que tendrá como objetivomantener la fórmula perfecta que solo los privilegiados como él pueden ostentar tener. Esa que tiñe de blanco a todo un continente y que le recuerda al mundo que el Real Madrid es el club más grande de la historia.
