Cuando Marcelo Bielsa emprendió viaje a Chile en noviembre del año pasado por motivos personales, nunca imaginó que cuatro meses después, aquel episodio seguiría resonando en los medios del mundo.

El entrenador argentino se había desplazado de emergencia al país transandino para visitar a su gran amigo Luis María Bonini, días antes de su fallecimiento. Aquello provocó que el Lille, club al que dirigía en aquel entonces, acabara echándolo. 

Si bien la situación del equipo no ayudaba -se encontraba en el anteúltimo puesto de la Ligue 1- el motivo final de la recisión del contrato fue la "indisciplina" del técnico.

Ahora, el tribunal de comercio de la ciudad condenó al ex entrenador del Athletic Club a pagar 300.000 euros por daños e intereses a causa del carácter abusivo en su citación a la justicia, en la que había demandado al Lille por 18 millones de euros tras argumentar su despido por falta grave. ¿En que quedará todo?