A raíz del crecimiento desmedido en el número de infectados en la población a causa del coronavirus, el Gobierno de España se vio en la necesidad de instalar la cuarentena obligatoria en todo el territorio en pos de preservar y cuidar lo máximo posible la salud de los ciudadanos. El fin secundario, además, era bajar lentamente la tasa de contagios en toda la región.

Pese a que las medidas tomadas fueron decretadas bajo buenas intenciones, una de las principales quejas lanzadas por parte de los habitantes de dicho país se basa en que las mismas fueron impuestas demasiado tarde. Para la fecha en la dual el proceso de aislamiento forzado había sido concebida, el caos por parte de la pandemia mundial ya había sido instalado allí. 

En consecuencia, España, así como Italia, se vio completamente devastada al entrar rápidamente en una crisis sanitaria sin precedentes. A pocos meses de ser descubrido en China, el virus en cuestión ya se había instalado y comenzado a sembrar pánico en dos de los países más importantes del Viejo Continente. Los médicos, sobrepasados por la situación, no tuvieron otra más que adaptarse lo máximo posible a la misma y comenzar a dar batalla desde el primer minuto.

Con el correr de las jornadas, como si fuese poco, un mar de lágrimas comenzó a ser derramado por parte del pueblo español, el cual presenció día tras día como los números de fallecidos y afectados por el coronavirus empezaban a crecer y aumentar de forma exponencial pese a los esfuerzos impuestos por parte del personal médico de salud.

Este jueves 9 de abril, a través de sus principales canales de comunicación, el Ministerio de Sanidad de España publicó las cifras actualizadas de infectados, fallecidos y curados de COVID-19 desde el inicio del brote allí. Registrando un crecimiento marcado en cada una de las métricas, el país europeo en cuestión registró en las últimas 24 horas 5756 nuevos infectados, 683 fallecimientos 4144 recuperados.