Parece imposible que Lionel Messi tenga algo que mejorar, pero hasta él mismo sabe que no es perfecto en el juego. Siempre queda algún defecto que eliminar.

Hace quince días, en una entrevista con el medio serbio Blic, el Diez del Barcelona habló justamente sobre sus aspectos a mejorar: "Quiero ser perfecto y hasta ahora hay ciertas partes del juego que me gustaría mejorar para alcanzar el máximo nivel ¿Qué parte? Los penales, tengo que practicar mucho más". 

Este miércoles, por la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, Messi tuvo el gol del triunfo y el que pudo evitar la primera derrota del Barcelona en 29 partidos (cinco meses). ¿Cómo? Erró un penal a manos de Diego López, arquero del Espanyol.

De los cien penales que ha pateado, el argentino falló veintidós. Una cifra que hasta para el mejor podría ser mucho más baja.