No habían transcurrido los primeros cinco minutos de juego cuando Gonzalo Higuaín fue a disputar un balón con el portero Sirigu y terminó tendido en el piso con gran gesto de dolor.

Desde entonces, se encendió la alarma de Allegri, entrenador de Juventus, y también de Sampaoli, DT de la Selección Argentina.

Higuaín probó durante diez minutos si el dolor disminuía, pero nunca consiguió afirmar el tobillo lesionado y terminó siendo reemplazado por Bernardeschi a los 15 minutos.