Había estado dubitativo en el último partido de Barcelona por La Liga ante Real Sociedad, pero quedó claro que su cabeza estaba puesto en el debut de la Champions League que, allá cuando se presentó como capitán en el Trofeo Joan Gamper, prometió a sus hinchas volver a ganar.

En el Camp Nou y ante PSV cumplió con una actuación cinco estrellas que abrió con un golazo de tiro libre y cerró con una definición de primera al contacto con la red, que puso cifras definitivas a la goleada culé.

Lionel Messi quiere levantar la Orejona y jugó para merecerla. Claro, el camino es todavía demasiado largo.