¿Se puede hacer un gol de manera tan simple? Manchester City apenas necesitó de dos interpretes para poner de rodillas al Arsenal, aunque lo más curioso es que uno de ellos fue Claudio Bravo, su portero, y el otro Sergio Agüero, su hombre de punta.

Fue un tanto de arco a arco, con un pelotazo del chileno que tomó desarmada a la defensa Gunner y dejó lugar a toda la inventiva del Kün, que primero cuerpeó y luego definió con maestría para que celebren todos los Citizens.