Ucrania entendió su misión desde el inicio del Mundial Sub 20: tenía que ser contundente, duro, sólido, pero no hacerse ver en exceso; no ganarse rápido la chapita de candidato.

En las semifinales lo volvió a hacer, le dejó a Italia ese protagonismo y lo maniató desde el inicio del encuentro, frustración de la que no pudieron desembarazarse nunca los jóvenes talentos de la Azzurri.

La contundencia fue un bálsamo, porque encontró el gol justo cuando Italia más había crecido en el encuentro. a los 65 minutos, Serhiy Buletsa entró como un rayó al área italiana para recibir la asistencia de Konoplia y sentenciar a Plizzari, uno de los mejores porteros de la competición.

La mala noticia para los ucranianos fue la expulsión por doble amarilla de Denys Popov, su mejor defensor en la competición.