No todo el mundo descubre su vocación en plena adolescencia. Sin embargo, Stephanie Frappart se dio cuenta a los 13 años que no sólo le gustaba jugar al fútbol, también quería conocer sus reglas y comenzar a impartirlas.
Este jueves volcará su experiencia en Alemania y Costa Rica, por el Grupo E, a las 16 y en el estadio Al Bayt. Será la primera mujer en tener a cargo un partido del Mundial masculino.
Nació el 14 de diciembre de 1983 en Le Plessis-Bouchard, una comuna francesa que forma parte de la Isla de Francia, en el departamento de Valle del Oise. Allí nació esa pasión por el deporte en dos de sus formas.
“Jugué al fútbol, pero también quería aprender sobre las leyes del juego, así que comencé a arbitrar y continué jugando y arbitrando hasta los 20 años, cuando tuve que tomar una decisión. En ese momento, las estructuras de fútbol femenino todavía se estaban desarrollando, así que sentí que sería mejor para mí continuar como árbitro”, contó en una entrevista.
Jugó al fútbol en AS Herblay y con 19 años, tuvo su debut como árbitra profesional en la Primera femenina de su país: el 19 de octubre de 2003, fue la principal en Hénin-Beaumont y La Roche-sur-Yon. Y nunca se detuvo.
Sus primeros pasos
El 2014 fue un gran año para ella: se convirtió en la primera mujer en arbitrar un partido profesional del fútbol masculino, en este caso en la Ligue 2, la Segunda francesa. Y luego siguió su camino en el femenino, en las competencias más importantes.
El salto internacional
Desde 2011 que es considerada como jueza FIFA. Y desde ese momento que comenzó a ser protagonista de los torneos más importantes.
Formó parte del Mundial 2015, los Juegos Olímpicos 2016, la Eurocopa 2017, el Mundial Sub 20 de 2018 (fue la encargada de la final), el Mundial 2019, en la que estuvo en la definición del título entre Países Bajos y Estados Unidos, que fue para las norteamericanas; los Juegos Olímpicos 2020 y la Eurocopa 2022.
Mujer entre hombres
A sus 38 años es considera por los expertos como una de las árbitras más destacadas del planeta. Fue elegida por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) la eligió como la mejor árbitra del mundo en 2019 y 2020.
En el 2019 llegó el momento de debutar en la Ligue 1, la más importante de Francia. Lo hizo en el partido entre el Amiens SC y el Racing Club de Estrasburgo. Y de allí fue incorporada como árbirea habitual para la temporada.
La designación para la Supercopa de Europa 2019 la tomó por sorpresa. Fue la encargada de la justicia en Liverpool y Chelsea. “Estoy muy feliz. No esperaba que me dieran la asignación de la Supercopa, es un gran honor para mí y para las árbitras también. Espero que sirva de ejemplo para las árbitras, y para cualquier joven que aspire a serlo”, dijo aquella vez.
Selecciones y UEFA
Un año después, ya no era sorpresa: arbitró el choque entre Malta y Letonia, y se transformó en la primera mujer en dirigir un partido oficial de selecciones masculinas.
También tuvo la responsabilidad de ser principal en la Europa League, por fase de grupos, en el partido entre Leicester y Zorya. Y en el 2020 pasó a la Champions, con Juventus - Dinamo Kiev.
El 2021 la encontró siendo cuarta árbitra en la Eurocopa masculina y el 2022, antes de la designación para Qatar 2022, Stephanie fue nombrada por el Comité Ejecutivo de la Federación Francesa de Fútbol la eligió para ser la primera mujer en dirigir un partido de la Copa de Francia masculina.
Un paso más
Tras ser cuarta árbitra en el partido entre Polonia y México, ahora le tocará salir a la cancha como jueza principal, encabezará la terna con otras dos mujeres: la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz Medina, que serán sus asistentes. El cuarto árbitro será hombre: el hondureño Said Martínez.
