Es triste pensar en un mundo del fútbol sin los goles de Luis Suárez. Pero el tiempo pasa para todos.

En diálogo con Ovación, medio de su país, el delantero fue muy sincero sobre su futuro y avisó: "Mi meta está en llegar al Mundial del 2022, pero siempre y cuando me sienta capacitado para ayudar a la selección y no ser un estorbo o un compromiso".

Dejando en claro que "las ganas van a estar siempre", explicó: "Lo que verdaderamente importa es que tenga nivel para hacerlo".

Sabiendo que hasta puede llegar no siendo el titular indiscutido que es hoy en día, contó tenerse fe para poder estar en condiciones de al menos pelear el puesto para dicho evento.

Además, sobre el Barcelona, contó: "La exigencia es inmensa. Acá cada tres días tienes que estar rindiendo un examen, no hay descanso, porque no te perdonan ni siquiera un partido malo. No es fácil venir a jugar a un club como este, adaptarse y ganarte tu lugar. Hay que valorar que yo llevo cinco años en el club conviviendo con la misma presión y siempre intentando responder de la misma manera”.

Por último, fue realista sobre el hecho que el conjunto español ya busque a su reemplazo: "Va a llegar un tiempo en que mi edad no me va permitir estar a la altura de lo que precisa el Barcelona para competir. Pero mientras pueda, mientras tenga la fuerza que me traigan competencia es mucho mejor. Será mejor para mí porque me exigirá, será mejor para el club porque se alimentará la competencia y será mejor para el futuro porque podrán ir preparando a un futbolista con la ayuda de todos los grandes jugadores que tiene el Barcelona".