Como si Brasil-Costa Rica fuese una continuación de su debut contra Suiza, Neymar parece desconectado del juego más por las infracciones que sufre de los rivales que por su propio juego.

Controlado por los ticos en los primeros 45 minutos, que cuando el brasileño se les escapó lo bajaron con falta, el Diez explotó al final del primer tiempo.

Neymar esperó al árbitro Björn Kuipers y se le plantó cara a cara para pedirle una explicación sobre por qué seguían las infracciones del equipo rival.

Fue tal la calentura del brasileño que Marcelo lo debió separar en el túnel para llevarlo al vestuario de su selección.