América sufrió en el pasado mercado invernal de fichajes, a tal grado que el propio Santiago Baños se disculpó con la afición por tardar tanto en conseguir refuerzos, pero al parecer todo tendría una explicación, la cual se alojaría en los resentimientos de algunos promotores hacia el conjunto de Coapa, pues estos no habrían estado de acuerdo con las políticas azulcremas, las cuales les estarían impidiendo una prima de “buena voluntad” por sus adquisiciones prometedoras en Sudamérica.
De acuerdo al conductor de ESPN, Rafael Ramos, las Águilas no lograron fichar a ningún sudamericano de manera directa por un boicot que estaría organizado por reconocidos representantes del balompié hispano: Carlos Hurtado, Guillermo Lara, Christian Bragarnik y Greg Taylor, el primero es uno de los que más ha trabajado con equipos como Cruz Azul, pero terminó por mermar sus bonos tras los paupérrimos resultados de La Máquina antes del campeonato.
Según Ramos, estos habrían orquestado que cada intento de la directiva americanista por fichar a alguna estrella de Sudamérica sería rebotado, pues dichas acciones se habrían generado desde la gestión de Yon De Luisa, como presidente del América, después de que este habría orquestado una campaña pública y otra privada contra los representantes por sus comisiones abusivas y exageradas en otros casos, así como la mala asesoría a los futbolistas.
Y terminó por ser una realidad que en los intentos de fichajes de estrellas de diversos países de Sudamérica no se concretaron, como es el caso de Brian Ocampo, del Nacional de Uruguay; Pablo Solari, del Colo-Colo de Chile y Joaquín Montecinos, exjugador del Audax italiano de Chile, quien mejor se convirtió en integrante de los Xolos de Tijuana, son algunos de los futbolistas que sonaron en Coapa pero que no se lograron llevar.
Pero otra de las razones que habría causado la furia de los agentes habrían sido las políticas americanistas, pues de acuerdo a diversos medios, América habría confirmado el veto, pero esto de acuerdo al interior azulcrema, fue porque se negaron a pagar comisiones extras que no estaban dentro de los estatutos, pues esto podría meterlos en problemas por los candados financieros de la UIF en este tipo de transacciones.