Aunque no era favorito en la previa, Dmitry Bivol estaba convencido de que era capaz de derrotar a Saúl El Canelo Álvarez en las 175 libras y no dejó dudas sobre el cuadrilátero en la noche del sábado 7 de mayo, pues supo dominar las acciones ante el mexicano y llevarse una victoria en decisión unánime para retener su título mundial de la AMB.

Canelo quiso tener revancha de inmediato, aunque luego aceptó asumir el compromiso contractual de realizar la trilogía ante Gennady Golovkin, que tendrá lugar el próximo sábado 17 de septiembre en la T-Mobile Arena de Las Vegas. Bivol, por su parte, hará ante Gilberto Ramírez la defensa obligatoria de su cinturón, el 5 de noviembre en Abu Dhabi.

En caso de convertirse en el verdugo de un nuevo peleador mexicano, no es la revancha el principal objetivo del peleador ruso, sino la posibilidad de pelear por el campeonato mundial indiscutible de peso semipesado ante Artur Beterbiev, dueño de los cinturones de la OMB, la FIB y el CMB.

Fue pensando en esa pelea que Bivol menospreció a Canelo, pues dijo que Beterbiev sin dudas le presentaría mayores riesgos de los que le presentó el multicampeón tapatío. "Será más difícil. No mucho más difícil, sino un diferente tipo de dificultad. La pelea contra Canelo fue difícil porque nadie creía en mí excepto mi equipo. Beterbiev no es tan popular como Canelo, pero sobre las habilidades de boxeo, sobre los tamaños, creo que será más difícil", señaló.

Y agregó: "Para ser honesto, quiero pelear por los otros cinturones. Pero si Canelo quiere pelear nuevamente, entonces podemos negociarlo y si todo está bien para mí para la próxima pelea, ¿por qué no? Pero estoy concentrado en Ramírez ahora. Es un muy buen oponente para mí y tengo que vencerlo para crear planes después de la pelea".