Tras una inactividad de casi dos años y medio, Rey Vargas regresó a los cuadriláteros el 6 de noviembre de 2021 para estrenarse en el peso pluma y derrotar en decisión unánime a Leonardo Baez. Así, dejaba atrás su hisoria como campeón mundial de peso súper gallo sin haber pedido el cinturón sobre el cuadrilátero y habiendo hecho cinco defensas exitosas del mismo.

Ya en julio de este año, el mexicano tuvo la oportunidad de enfrentar a Mark Magsayo por el título mundial de peso pluma del CMB y se lo arrebató imponiéndose en un fallo dividido que dejó mucho lugar para la polémica. Se creyó por esa razón que podría tener revancha ante el filipino. También que podría buscar unificar cinturones. Pero nada de ello.

Habiendo hecho solo dos peleas en el peso pluma, coronándose en la segunda como campeón, Rey Vargas estaría listo para subir ahora a las 130 libras y ya recibió la orden del CMB para buscar coronarse, en su combate estreno en la categoría, como campeón mundial de tres divisiones.

La Junta de Gobernadores del Consejo aprobó de manera unánima la petición del propio peleador mexicano para pelear por el título mundial vacante del organismo en el peso súper pluma y decidió que dirima ese cinturón ante O'Shaquie Foster, que es el contendiente número uno de su ránking y tiene un récord profesional de 19 victorias y 2 derrotas.

Ahora, falta que se ordene el habitual período de 30 días para las negociaciones entre dos peleadores que pertenecen a diferentes promotoras, pues Vargas forma parte del establo de Premier Boxing Champions y Foster pertenece a Probellum. Según los estatutos del CMB, el ganador de la pelea deberá hacer luego dos defensas obligatorias por haber conseguido ese título estando vacante.