Ryota Murata, campeón de la AMB, y Gennady Golovkin, monarca de la FIB, finalmente se vieron las caras este sábado en una Súper Arena de Saitama repleta de los más fervientes fanáticos para unificar títulos mundiales en la división de peso mediano. Para el kazajo, además, estaba en juego el boleto para poder enfrentar a Canelo Álvarez en septiembre.
Golovkin intentó tomar la iniciativa en el primer asalto abriéndose camino con el jab, pero fue Murata quien encontró los mejores golpes de poder, especialmente con un gancho al hígado que hizo retroceder al kazajo, aunque supo asimilarlo. El japonés fue más avasallante en el segundo round y cerró buenas combinaciones con poderosos golpes de derecha que encontraron la humanidad de Golovkin.
Entendiendo que su plan de inicio no había resultado, Golovkin salió a acortar las distancias en el tercer y cuarto asalto, proponiendo una pelea de cabina telefónica. Pero Murata también supo jugar ese juego. Si algún juez llevaba marcados los primeros cuatro asaltos para el local, el quinto fue definitivamente de Golovkin , quien molesto por un golpe a destiempo de Murata lo avasalló contra las cuerdas con buenas combinaciones de gran efectividad.
En el inicio del sexto, Triple G le voló al japonés el bucal de un gancho de derecha. Tras el parate del árbitro para que lo recuperara, salió a comérselo con gran iniciativa. Para el séptimo, la actitud agresiva con la que Murata inició la pelea había sido controlada por Golovkin, quien siguió haciendo méritos para puntuar bien en las tarjetas de los jueces.
Lo que nadie esperaba hasta ese entonces era la demolición, pero Gennady Golovkin fue brutal en el noveno round, primero para dejar tambaleando al japonés y oliendo sangre para ir a liquidarlo con un tremendo golpe de nocaut que dejó al japonés arrodillado en la lona, completamente desorientado, para que el árbitro entendiera que debía parar la pelea.
Golovkin va por Canelo
Gennady Golovkin salió a pelear en Saitama sabiendo que si no conseguía una victoria perdería la oportunidad de enfrentar a Canelo Álvarez en septiembre, pues se le permitiría a este, siempre que el 7 de mayo derrote a Dmitry Bivol, buscar unificar títulos mundiales en las 175 libras.
Tras un inicio de pelea con algunas dudas, el kazajo sacó a relucir su mejor versión, muy superior a la de sus últimas presentaciones, y terminó demoliendo a Ryota Murata ganándose no solo el boleto a la trilogía con el mexicano sino además el respeto de muchos de los que se lo habían perdido.