El último sábado, en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Saúl El Canelo Álvarez y Gennady Golovkin concretaron la trilogía de combates que los fanáticos habían esperado durante años, de la que el mexicano salió ganador en decisión unánime para defender con éxito su campeonato mundial indiscutible de peso súper mediano.

Ya desde la previa de la pelea se había dicho que el cara a cara estaba llegando demasiado tarde, pues a sus 40 años el kazajo estaba lejos de ser el peleador que fue cuando enfrentó al Canelo en 2017 y 2018. Quedó demostrado en el cuadrilátero, ya que fue la más pobre de las tres actuaciones de Triple-G contra el tapatío.

Ahora que se dieron a conocer las primeras cifras de venta de pay per view en los Estados Unidos, también se vio reflejada esa tardanza en el interés de los fanáticos. Según el informe de Fight Freaks Unite, tomando diferentes fuentes de la industria, la trilogía generó entre 550 y 575 mil compras, pudiendo esa cifra rozar incluso las 600 mil.

Estas cifras podrían considerarse una gran decepción para DAZN, pues los valores de 85 dólares para quienes no eran suscriptores de la cadena y de 65 dólares para quienes sí lo eran con antelación no son las mejores para cumplir en compromiso asumido de pagar 75 millones de dólares a los peleadores, más todos los otros gastos de organización.

Las ventas, por ejemplo, quedaron muy por debajo de las 800 mil que generó la pelea entre Canelo Álvarez y Caleb Plant, en que el tapatío terminó consiguiendo el campeonato indiscutible de las 168 libras, organizada y distribuida por PBC y ShowTime. Ni que hablar de los lejos que estuvo del primer cara a cara entre el mexicano y el kazajo, promovida por Golden Boy, con un total de 1.3 millones de ventas de pay per view para HBO. La revancha de 2018, por su parte, generó 1.1 millones de ventas.