Canelo Álvarez terminó resolviendo con gran suficiencia un combate que se le había presentado como el más reñido que había disputado en mucho tiempo y se llevó una gran victoria ante Billy Joe Saunders por nocaut técnico en el octavo round, para arrebatarle el título mundial de la OMB.

Al tapatío, que ya tenía en su poder los títulos mundiales de la AMB y el CMB, solo le queda conquistar un cinturón, que actualmente pertenece a Caleb Plant, para volverse campeón indiscutido de la división de peso súper mediano, un objetivo que pretende concretar antes de finalizar el año.

Después de un primer minuto de estudio, Canelo empezó a buscar quemar a Saunders en las zonas blandas, pero este se mostró movedizo y atento para lanzar el contragolpe, con muy buena precisión en su jab. Ya en el minuto final del segundo asalto, el mexicano encontró al británico con un uppercut que lo hizo retroceder, a la vez que hizo estallar por primera vez a los fanáticos.

El mejor round de Canelo en la primera mitad de la pelea fue el tercero, dominando la escena y conectando golpes de poder que el británico le aseguró no sentir. Pero su mejor golpe llegaría en el cuarto, con un uppercut que casi le vuela el bucal a Saunders.

El británico hizo sus mejores rounds en el quinto y sexto, ganando en confianza, moviéndose para evitar los tiros del tapatío y conectando sus golpes más precisos en la noche. Difícil imaginar, entonces, que lo peor estaba por venir para él.

El séptimo asalto fue, tal vez, el de mayor paridad en la pelea; pero Canelo salió decidio a acabar el pleito en el octavo, como había adelantado. Comenzó con un gancho abajo que hizo trastabillar a Saunders, que por primera vez en la noche se abrazó para resistir a la vez que el mexicano hizo levantar a los fanáticos con ademanes. Y lo finalizó con un uppercut perfecto que terminó por fracturar el pómulo derecho del británico, quien junto a su equipo tomó la decisión de ya no salir a pelear en el noveno.