La derrota del último 8 de mayo ante Canelo Álvarez, en el AT&T Stadium de Arlington, provocó un aunténtico cimbronazo en la carrera de Billy Joe Saunders. Porque lo dejó sin invicto. Porque lo dejó sin título mundial. Porque lo envió de regreso a casa con una delicada lesión. Y porque lo obliga a volver a desandar caminos que ya había superado si es que quiere volver a instalar su nombre para estelarizar las grandes carteleras.

El problema es que con 31 años y habiendo perdido esa gran motivación de ser él quien se vuelva el campeón mundial indiscutible en las 168 libras, puede que el peleador británico, que nunca ha sido un amante del entrenamiento, no quiera hacer tantos esfuerzos por volver a comenzar. A lo que se suman las inseguridades que puedan haberle dejado las múltiples fracturas en el hueso orbital de su ojo derecho que le ocasionó Canelo.

El propio Eddie Hearn, quien promueve su carrera desde MatchRoom Boxing, dejó muchas dudas sobre la continuidad de Saunders en el boxeo luego de revelar haberse comunicado con él en los últimos días. "Creo que indeciso es la mejor palabra para describirlo", le dijo a Boxing Social.

Y agregó: "Le dije que me encantaría verlo pelear de nuevo. Pensé que lo hizo bien en esa pelea. A veces ves a un peleador subir al ring contra Canelo Álvarez y no están allí. Pero esa noche vi a alguien que estaba destinado a estar allí. Creo que se está dando cuenta que tiene que tomar un descanso físicamente y luego ver las opciones que están disponibles para él".

Más allá de sus deseos, Hearn también destacó que el hecho de que Saunders ya haya sido campeón mundial en dos divisiones de peso diferente, que haya ganado muchísimo dinero y que haya podido realizar la mejor pelea que podría haber conseguido podrían ser motivo suficiente para que este se de por hecho y ya no quiere volver a tener un campamento de entrenamiento. Veremos.