Este martes se confirmó que Errol Spence debíabajarse de la pelea del 21 de agosto ante Manny Pacquiao en la T-Mobile Arena de Las Vegas por un desprendimiento de retina en su ojo izquierdo por el que deberá someterse a una operación. En su lugar, el filipino, que prometió rezar por su pronta recuperación,estará enfrentándose al cubano Yordenis Ugas.
Si bien es cierto que Spence, campeón mundial de peso wélter de la FIB y el CMB, no ha mordido el polvo en ninguno de los 27 combates que lleva realizados como profesional, sí acumula ahora dos golpes muy duros fuera del cuadrilátero que conspiran contra su carrera pese a seguir siendo considerado entre los mejores cinco boxeadores libra por libra de la actualidad.
A finales de 2019 protagonizó un grave accidente automovilístico en el que salvó su vida de milagro y pudo regresar del mismo poco más de un año después con una gran victoria por decisión unánime ante el excampeón mundial Danny García. El siguiente paso para él iba a ser enfrentar a una leyenda como Manny Pacquiao, pero un nuevo inconveniente lo obligó a bajarse de la pelea y ha puesto en duda todo su futuro.
¿Podría el desprendimiento de retina de Spence acelerar su retiro del boxeo profesional? Muy importante para avanzar sobre esta cuestión será el resultado de la operación, aunque sea cual sea no deja de ser una lesión de mucho riesgo para un boxeador, pues en el caso de seguir peleando recibirá en múltiples ocasiones castigo en esa zona.
Sin embargo, los ejemplos de Sugar Ray Leonard y Joichiro Tatsuyoshi, que regresaron con éxito a pelear tras sufrir lesiones similares, comprueban que hace muchos años que ese mal de la vista no es sinónimo de retiro para un boxeador y menos tendría que serlo ahora que la disciplina médica ha evolucionado mucho en su tratamiento.