La argentina Érica La Pantera Farías le planteó a la campeona invicta Mikaela Mayer la pelea más dura de su carrera en el Birgin Hotels Las Vegas, en el evento coestelar de la cartelera que estelarizaron el Monstruo Japonés Naoya Inoue y el retador filipino Michael Dasmarinas.

La estadounidense dominó el primer round con su distancia, pero se vio en serios problemas en el segundo, cuando la argentina llegó a conectarla al rostro con golpes de poder, ocasionándole el sangrado de su nariz y el gesto de sopresa ante una temprana e inesperada complicación.

El tercero también tuvo a La Pantera con la iniciativa, pero ya a partir del cuarto Mikaela Mayer comenzó a descifrarla, perfeccionó su guardia y casi ya no la dejó llegar con claridad, a la vez que fue encontrando los espacios para golpear y desgastar a su oponente, que sin embargo no mermó en su voluntad.

Con el dominio de la campeona, tal vez lo mejor de Farías llegó en el décimo round que cerró la pelea, algo que no alcanzaría para revertir una decisión de los jueces que ya estaba definida, tal vez dando a Mayer más diferencia de la que realmente existió arriba del cuadrilátero.

La puntuación de 98-92, 98-92 y 97-93 dio como amplia ganadora a la estadounidense, que logró así hacer la primera defensa exitosa del título mundial de peso súper pluma de la Organización Mundial de Boxeo que había conquistado el pasado 31 de octubre venciendo también en decisión unánime a Ewa Brodnicka.