Tan solo tres peleas le tomó a Oleksandr Usyk cumplir con el cometido que se propuso cuando decidió dejar vacantes los cuatro cinturones que lo hacían el campeón mundial indiscutible de la división de peso crucero para subir a conquistar la categoría de los pesos pesados. Tan solo tres peleas para ser, otra vez, campeón del mundo y postularse, mal que le pese al Canelo Álvarez, como el mejor peleador libra por libra de la actualidad.

Tras dos victorias ante Chazz Witherspoon y Dereck Chisora, y aprovechando que se frustró la pelea por el campeonato mundial indiscutible entre Anthony Joshua y Tyson Fury, el ucraniano pudo tener este sábado la oportunidad de pelear por los títulos mundiales de la AMB, la OMB y la FIB que ostentaba AJ.

No la desaprovechó, porque en una actuación sin fisuras dominó a Joshua casi a lo largo de toda la pelea, cerró de gran manera en el duodécimo asalto estando incluso a punto de noquear al hasta entonces campeón y terminó quedándose con una victoria que no dejó lugar a dudas, en decisión unánime de los jueces.

Finalizado el combate, Usyk fue consultado por la posibilidad de concederle la revancha al campeón destronado. "Lo primero que quiero hacer es regresar a Ucrania y pasar tiempo con mi familia", comenzó diciendo el flamante campeón mundial de la división de los pesos pesados, todavía sobre el cuadrilátero.

Ya en rueda de prensa y ante la insistencia de los presentes, se mostró dispuesto a conceder a Joshua la revancha el año próximo, aunque ahora bajo sus propias condiciones. "Me gustaría que si hay revancha con Anthony Joshua sea en el Estadio Olímpico de de Kiev", señaló.