Caleb Plant habló de más. Canelo Álvarez lo empujó. Plant le lanzó un golpe. Canelo respondió. Plant acabó lastimado. Canelo terminó furioso. La primera rueda de prensa que juntó a los dos campeones mundiales en las 168 libras previa a la pelea que el próximo 6 de noviembre decidirá quién de ellos será el indiscutible acabó en un verdadero escándalo.
Es difícil encontrar explicaciones, aunque ambos boxeadores estén expresándolas ya, que puedan justificar el hecho de que dos deportistas de la más alta jerarquía puedan perder los papeles de la manera en la que se vio. Es malo para el boxeo en su búsqueda de continuar ganando adeptos, de legitimnarse de manera unánime como deporte y de convencer incluso a los más reacios de que no se trata de una actividad salvaje.
Claro que la contradicción nace si se nota que los golpes por adelantado entre el mexicano y el estadounidense no hará otra cosa que disparar las ventas de pay per view, por el morbo que a partir de ahora genera poder ser testigo de cómo se definirá arriba del cuadrilátero esta batalla que comenzó en una rueda de prensa.
El estallido que provocó en las redes sociales el episodio es la más clara prueba de que ahora Canelo y Plant están en boca de todo el mundo. Eso es bueno para el negocio si se sigue la máxima que dice que no importa lo que se diga, lo importante es que se hable del tema. Y en las redes sociales, los memes no perdonaron.
Imposible no pensar que los usuarios alrededor del mundo, con el botón de la creatividad siempre listo para activarse, no iban a despacharse con bromas, ironías, burlas y desopilantes reflexiones sobre lo sucedido. Los memes ganaron por nocaut. Canelo Álvarez y Caleb Plant comenzaron perdiendo.
