El espectáculo estelar en la T-Mobile Arena de Las Vegas estaba montado para Manny Pacquiao, leyenda viva del boxeo y campeón mundial de ocho divisiones de peso diferentes que estaba haciendo su regreso a los cuadriláteros tras más de dos años de inactividad. Pero quien salió con los brazos en alto fue Yordenis Ugas.

Con una actuación que casi no mostró fisuras, manejando su distancia con el jab y soltando los mejores golpes de poder, el cubano terminó cosechando una merecida victoria por decisión unánime, con tarjetas de 115-113, 116-112 y 116-112; para retener el título mundial de peso wélter Súper de la AMB.

Apenas consumada su victoria, Ugas pidió poder tener la oportunidad de realizar cuanto antes un combate de unificación de títulos mundiales ante Errol Spence, campeón del CMB y la FIB en las 147 libras que estaba originalmente programado para ser el rival de Pacquiao, pero que debió bajarse de la pelea por un desprendimiento de retina en su ojo izquierdo.

Sin embargo, en la rueda de prensa ya más formal que se dispuso tras el combate el peleador cubano se mostró abierto a la posibilidad de conceder una revancha al Pac-Man filipino siempre que este no termine por decidir retirarse del boxeo profesional, algo que dejó flotando en el aire con sus declaraciones.

"Si el quiere pelear otra vez, yo le doy la revancha. Dije que iba a ser el último peleador en pelear con Manny Pacquiao, que le iba a dar una gran pelea a los fans. A eso vine hoy. Y si el quiere revancha, yo se la doy", se comprometió el boxeador cubano de 35 años.