Aunque el gol de chilena que le hizo al Logroñés con el Real Madrid el 10 de abril de 1988 es quizás el más representativo de su prolífica carrera como goleador, la verdad es que Hugo Sánchez era especialista de ese acrobático y espectacular remate desde sus inicios como futbolista profesional con los Pumas.

En 1979, Hugo Sánchez con los Pumas se lució al marcarle con una sensacional chilena a Ricardo Antonio La Volpe, que era portero del Atlante; en ese entonces Hugol se definía como "un jugador moderno, fuerte e inteligente que sabe aprovechar al máximo sus cualidades y elasticidad", además de que había tenido lecciones de gimnasia de su hermana Herlinda quien por cierto representó a México en los Juegos Olímpicos Montreal 1976.

 

Pero el primer ídolo deportivo de Hugol fue su padre Héctor Sánchez, quien también fue futbolista y jugó para el Asturias y el Atlante en los años 40 y 50. "Era un delantero impresionante, que le gustaba rematar de cabeza, era más alto que yo", comentó Hugo en una entrevista para Deporte UNAM en Facebook.

Maestro de chilenas

Hugo Sánchez Márquez pudo de ver jugar a su papá y en alguna ocasión le vio hacer un espectacular remate. "Cuando tuve la oportunidad de verlo, él hacía ese remate de chilena, y después de un partido le dije 'papá ese remate que te gusta hacer, ¿qué es?'; y él me dijo: 'es una chilena'". 

 

 

Cuando tenía cinco o seis años de edad, Hugo Sánchez comenzó a practicar la chilena hasta perfeccionarla. "Hice el remate en honor a mi padre, yo quería que ese fuera el remate mío en honor a mi padre. Por eso lo hice mi preferido", recordó el exgoleador quien por cierto llegó a Pumas luego de que su papá, quien ejercía el oficio de mecánico y le arreglaba el coche a un director deportivo del Club Universidad Nacional; este personaje llevó a Hugo y a su hermano Horacio Sánchez (que era portero) a hacer una prueba en fuerzas básicas y ahí los dos comenzaron a escribir su historia en el futbol.

Horacio y Hugo, los hijos de Héctor Sánchez.

Horacio y Hugo, los hijos de Héctor Sánchez.