El futbol y todo lo que lo rodea puede ser a veces tan injusto que ahora a Hígor Meritao le toca ser objeto de burlas, señalamientos y culpas por el solo hecho de haber realizado un acto de fe cuando tocó el trofeo de la Concachampions al salir a disputar la final de ida en el Estadio Olímpico Universitario, con tanta mala fortuna que en la final de vuelta, disputada en Seattle, la copa se la quedó el Sounders.

Más allá de las supersticiones y las creencias de cada quien, el representativo de la MLS se quedó con la Liga de Campeones de la Concacaf porque fue el mejor de los dos equipos sobre el terreno de juego y logró una abultada diferencia de 3-0, producto de los goles de Raúl Ruidíaz, en dos oportunidades, y Nicolás Lodeiro.

Finalizado el encuentro, el propio Meritao se mostró apesadumbrado y pidió disculpas a los aficionados Universitarios en sus primeras declaraciones a la prensa. "Quiero agradecer a ellos que vinieron acá y nos apoyaron, a estar con nosotros. En todos los lugares que estuve con Pumas nos apoyaron. Pedir perdón porque nosotros teníamos la expectativa de este torneo y hace un rato que Pumas no sale campeón, pero hay que seguir trabajando y lograr cosas con la playera de Pumas porque no está todo terminado", dijo.

El futbolista nunca hizo referencia a su caricia al torfeo en la previa de la final de ida, pues ya se había encargado de explicar qué fue lo que lo había llevado a hacerlo antes de disputar la vuelta. "Estoy triste, estoy frustrado, pensé que íbamos a salir campeones. Hay que levantar la cabeza, no está todo perdido. Era un momento muy difícil, todos pensamos que íbamos a salir campeón, teníamos la expectativa de esto. Entonces, todos estamos muy tristes, pero mañana hay que cambiar el chip", concluyó.

¿Qué había dicho Meritao sobre su caricia a la copa?

En una entrevista que concedió a Mediotiempo antes de disputar la final de vuelta en Seattle, Hígor Meritao explicó qué fue lo que lo llevó a acariciar el trofeo en el Estadio Olímpico Universitario. "Yo no creo en la superstición porque, como estábamos hablando, yo creo en Jesús y la palabra de Dios habla que él llevó sobre sí toda maldición y toda superstición. Yo la toqué porque creo que es nuestra, yo toqué y hablé con Dios. Si ustedes miraron, estaba orando dentro de la cancha y después la toco y empiezo a orar otra vez, porque pienso que Dios está delante de todo. Ojalá que salgamos Campeón para romper toda maldición", había dicho.