En más de una ocasión el piloto mexicano, Sergio “Checo” Pérez ha dado a conocer su fanatismo por las Águilas del América, y es que en cada uno de sus logros o descalabros tanto el club como el volante oriundo de Guadalajara, Jalisco se han mostrado su apoyo. Prueba de ello serían los múltiples mensajes que han intercambiado tanto los de Coapa como el integrante de Red Bull Racing.
Pero su pasión habría tocado a su puerta después de que Pérez se deleitara con jugadas de dos símbolos americanistas entre la década de los 90s y 2000’s. Y es que el volante azteca tenía la oportunidad de irle a alguno de los equipos de la Perla Tapatía donde nació, pero los colores azulcremas lo cautivaron con las gambetas del famoso Iván “Bam-Bam” Zamorano, así como las sorpresivas jugadas de Cuauhtémoc Blanco.
En entrevista con Jorge “Burro” Van Rankin, el padre de “Checo”, Don Antonio Pérez Garibay confesó que la pasión del tapatío por el América empezó desde muy pequeño, pero se acrecentó cuando este por fin vio jugar a Zamorano y Blanco, pues los consideró sus ídolos: “Hubo un día que prefirió ir al futbol. Se fue en el camión con Cuauhtémoc Blanco, era su macrohéroe. El Bam Bam Zamorano ni se diga. Checo es cien por ciento americanista”.
De acuerdo a su progenitor, el hijo menor de los Pérez trata de no perderse ningún encuentro de sus amadas Águilas, y cada que tiene oportunidad de estar en México y coincidir con América aprovecha para verlos en el estadio, sin importar en que estadio se encuentren. De acuerdo a Van Rankin, él recordó que ha compartido muchas vivencias con el volante de Red Bull Racing: “Checo es americanista. Hemos bajado al vestidor del América, hemos llorado juntos con las derrotas del América”.