César Huerta llegó a los Pumas de la UNAM como refuerzo para un Apertura 2022 en el que el por entonces entrenador Andrés Lillini había prometido pelear por el título. Tras una buena pretemporada en la que ilusionó a los fanáticos, sufrió a causa de las lesiones que no lo dejaron desarrollar su mejor versión y vio al equipo quedarse muy por detrás de las expectativas.
El Chino, de 22 años, sabe que para el Clausura 2023 la exigencia será la misma. Pese a su juventud, está acostumbrado a lidiar con ese tipo de presión que existe en los equipos grandes, porque no solo hizo las Fuerzas Básicas en Chivas de Guadalajara sino que también allí se estrenó como profesional.
“Los dos son equipos grandes, son exigentes y como bien lo dices, sabes que ponerte esas playeras es dar tu cien por ciento. Desde que llegas a entrenar hasta que te vas a dormir. Siempre tienes que estar pensando en mejorar porque es lo que demanda esta institución”, dijo comparando ambos clubes en diálogo con Mediotiempo.
Huerta está muy entusiasmado con el trabajo del nuevo entrenador del equipo, Rafa Puente, ya que este podría devolverlo a la posición en la que más cómodo se siente: “Tuvimos una plática y me preguntó dónde sentía que pudiera beneficiar a mi equipo y yo le dije donde me siento más a gusto, donde yo siento que puedo generar más al equipo”, comenzó diciendo.
Y explicó:“Me gusta mucho por la banda, porque siento que tengo ese desequilibrio y por el centro, pero atrás del 9. Yo en fuerzas básicas toda mi vida fui 9, pero me gusta jugar atrás del 9, porque jala marcas y yo ganó muy bien el espacio”.