Guillermo Ochoa, el actual portero del Club América y la Selección Mexicana, uno de los más destacados de la historia del balompié azteca, pudo haber tenido mejor suerte en su paso por Europa. El cancerbero estuvo muy cerca de fichar por el poderoso Paris Saint-Germain, pero un curioso caso de dopaje lo impidió.

En el año 2011, Paco Memo tenía todo acordado para firmar por el equipo de la Ligue 1 que hoy domina a nivel local, sin embargo, la ingesta de un trozo de carne durante la preparación para la Copa Oro de ese año cambió absolutamente todos los planes. Finalmente, el club parisino terminaría desestimando el traspaso y el Ajaccio se haría con sus servicios.

La razón de la no llegada de Memo Ochoa al PSG

En una entrevista brindada tiempo atrás por Guillermo Ochoa a la prestigiosa revista France Football, el guardameta confesó que con su agente tenían el arrelo con el PSG, pero un caso de dopaje de él y otros cuatro futbolistas que sacudió a la Selección Mexicana lo frenaron todo. ¿La sustancia? Clambuterol, presente en la carne que le daban a los futbolistas para comer, utilizada para hacer crecer las vacas y el ganado.

“Pudo ser diferente. Sucedió en 2011, durante la Copa Oro. Estábamos en la etapa de preparación con la Selección y no sabíamos nada sobre el clembuterol, que es una sustancia que se les inyecta a las vacas para que engorden. Fue injusto. Fue algo que estaba fuera de mi control y afectó mi carrera, mi futuro. Pude firmar con el PSG, ya teníamos todo arreglado, fueron las declaraciones de Memo.

El accidentado dopaje del Tri tomó escala internacional y llegó hasta los ojos de la directiva del PSG, que no quizo 'embarrarse' de esto y desestimó la operación. Aunque con un equipo de menor categoría, el Ajaccio, Ochoa terminó teniendo su oportunidad en el país galo.