Alexa Grasso hizo historia en Las Vegas. Este sábado, derrotó por sumisión a Valentina Schevchenko, considerada la mejor peleadora libra por libra del momento, y se convirtió en la primera peleadora mexicana en coronarse campeona de UFC, conquistando el título en la división de peso mosca.

"Por favor, pégame porque creo que estoy soñando. Yo había soñado durante mucho tiempo en este momento y solo quiero agradecerle a todos los que están aquí”, dijo la oriunda de Guadalajara apenas recibió su cinturón.

Grasso aprovechó una patada reversible fallida de Schevchenko para someterle y terminar con el combate en el cuarto asalto. De sus declaraciones se desprende que el método no fue casualidad. “Yo entrené ese movimiento, lo entrené por mucho tiempo, lo practiqué cada día. Sabía que ella iba a lanzar esa patada reversible. Sabía que ella pega muy fuerte y es una gran atleta y agradezco mucho que haya hecho ese movimiento porque lo entrené con mucho esfuerzo como nunca en mi vida, señaló.

En plena algarabía por la victoria más importante de su carrera, la mexicana no quiso olvidarse de agradecer a quienes también considera parte fundamental de su conquista. “Quiero agradecerle a todos mis entrenadores por eso y yo me siento bendecida por tener a este equipo", concluyó.