Rogelio Funes Mori tuvo un debut soñado con la Selección Mexicana. Las críticas, los debates y todo lo que se dijo sobre su convocatoria se quedó de lado en el momento en que el Mellizo se enfundó en la camiseta del Tricolor y saltó a la cancha del Memorial Coliseum, un escenario repleto de compatriotas que esperaban ver la primera aparición del delantero como representante de nuestro país.

El himno nacional llegó y las cámaras de inmediato buscaron al atacante. Como uno más, cantó y se notó entusiasmado. Solamente él sabía cuanto esperó por este momento, pero la hora de demostrar y respaldar con hechos la convocatoria apenas estaba por llegar; sin embargo, no tardó en hacer explotar las gargantas de los paisanos.

 

Tres minutos tuvieron que pasar para que Funes Mori se estrenara. Tecatito Corona cedió a Lozano dentro del área, el Chucky machucó el esférico y este cayó justo en donde el Mellizo la vio venir para pegarle de primera, con potencia, con las ganas de desahogar ese grito de gol que corrió a la esquina a celebrar delante de cientos de aficionados que dejaron de lado en la celebración su origen. Todo el grupo se fundió en un abrazo con él y quedó más que claro: Funes Mori es mexicano.

El gol llenó de confianza a Rogelio. El delantero se movió por todo el eje de ataque en busca de generar espacios para sus compañeros que llegaban desde la segunda línea, se asoció con sus compañeros en el eje de ataque como Corona y Lozano, trató de ser siempre una referencia de área, una labor completa.

 

 

En el complemento, el camiseta 11 volvió a ser participé del gol. El atacante filtró una pelota medida a Hirving Lozano, quien fue derribado por el arquero nigeriano, pero en el rebote fue Héctor Herrera quien le dio el pase a la red. Funes Mori se hacía presente de nueva cuenta y la jerarquía de la que Gerardo Martino había hablado quedaba plasmada.

Cuando el cronómetro marcó el minuto 66, el Tata decidió que era todo para Rogelio Funes Mori. Con una presentación de ensueño abandonó la cancha en medio de una carretada de aplausos desde una tribuna que poco le importó si era nacido en México o naturalizado, lo arropó como a un paisano más en agradecimiento a lo hecho en el terreno de juego.

Ahora, en el horizonte inmediato está la Copa Oro en donde no cabe duda que será el centro delantero titular en su primer torneo oficial como seleccionado mexicano y responsable en parte de aportar a la cuota goleadora de un equipo obligado a ganar este certamen.