Arsenal nos regaló una serie competitiva de ensueño, donde los goles fueron los que no faltaron. En la ida todo se definió en el mano a mano, porque culminó con un emotivo 2-2. La capital de Portugal, donde hacen de locales los Verdiblancos del Sporting Lisboa, disfrutó en lo absoluto.

Los Gunners fueron a buscar el resultado como manda su historia, el peso de su escudo, y la trascendencia de su hinchada. Valgan verdades, ese partido de ida lo jugó muy bien, pero por errores en defensa terminó pagando muy caro. Volviendo a Londres con un empate amargo.

Ya ahora en el Emirates, se podría decir que jugó como siempre, presionando alto, y con el manejo de balón clásico del estilo Mikel Arteta. Pero los cotejos de este nivel, se ganan con determinación, que dejan como ecuación, goles. Sin embargo no fue así, y solo quedó en un empate 1-1.

El alargue en Inglaterra nos dice que Sporting de Lisboa ha planteado una excelente serie de ida y vuelta. Quedando vivo siempre, tanto como de local, como de visitante. Lo cual es un aplauso para todos sus jugadores. Por eso, el premio de haber ido hasta la tanda de penales, que nos dejaron con el corazón en la mano.

Ya dentro de esta serie, donde el que falla queda fuera, apareció la figura de Adán. El portero español llevó a la siguiente fase al Sporting de Lisboa en una jornada personal de ensueño. El ex Real Madrid hoy de la mano enseñó que es posible eliminar a un gigante internacional como Arsenal. El capitán, hoy celebra por todo lo alto.