“Es una situación en la que todos pierden”. La frase de Novak Djokovic aún retumba en la sala de conferencias de Roland Garros, tras su triunfo ante el japonés Yoshihito Nishioka por 6-3, 6-1 y 6-0 en la primera ronda del Abierto parisino. Su postura no fue medida sino, directamente, fue al fleje. Expuso sus pensamientos, en tiempos de medias tintas como, por caso, Rafael Nadal quien sostuvo que no tenía una opinión clara y concreta, aunque “lo evidente –adujo el mallorquín– es que los jugadores tenemos un problema, porque cada uno tiene una opinión diferente y no conseguimos cierta unidad. Yo lo que haré es aceptar las decisiones que se han tomado, respeto a todas las partes y no creo que haya alguien que hace las cosas bien y otro que las hace mal, sino que todos tienen sus razones para tomar sus decisiones. Pero me gustaría que se sentaran a hablar y encontrar una solución mejor para todos”.

Para Nole, no sumar puntos en Wimbledon lo expone en su búsqueda por seguir en la cima del ranking mundial. En suma, el próximo 11 de julio le descontarán 2000 puntos al no poder revalidar lo conseguido como campeón el año pasado y eso lo marginará de la cima del ranking mundial.

De hecho, como defensor del título en el césped del All England, la medida le hará perder su condición como número 1 del tenis dado que la ATP decidió no repartir puntos en el Abierto británico muestra de unidad entre los jugadores dada la decisión de Wimbledon de no incluir en sus cuadros femeninos y masculinos a jugadores de Rusia y Bielorrusia. Una medida que tiene un correlato evidente: desde el torneo se encolumnaron con el Gobierno británico luego de la invasión rusa en Ucrania. Esta medida afecta sobre todo a los rusos Daniil Medvedev (2º del ranking mundial), Andrey Rublev (7º), Karen Khachanov (25º) y Aslan Karatsev (41º) y al bielorruso Ilya Ivashka (50º), entre los varones, y entre las mujeres, a las bielorrusas Aryna Sabalenka (7ª) y Victoria Azarenka (15ª), y a las rusas Daria Kasatkina (20ª), Anastasia Pavlyuchenkova (21ª), Ludmila Samsonova (27ª), Veronika Kudermetova (29ª) y Ekaterina Alexandrova (31ª), entre otras.

Con esta decisión, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP)y la Women's Tennis Association (WTA) junto con la Federación Internacional de Tenis (ITF) definieron que dado este “castigo” contra los deportistas no otorgarán puntos en el emblemático torneo de Wimbledon. Y, con esta disposición, el torneo más legendario, que se celebrará entre el 27 junio y 10 julio, se hace añicos para quedar reducido un mero torneo de exhibición con una bolsa de premios de más de 40 millones de dólares. Todo, por la decisión confirmada hace unos días por Ian Hewitt, presidente del All England Lawn Tennis and Croquet Club, quien ratificó la prohibición impuesta a los jugadores rusos y bielorrusos para dejar en claro que, desde el torneo, están alineados a la decisión gubernamental. Esto obedece a la sanción impuesta a ambos países tras la invasión de Rusia a Ucrania, que comenzó el pasado 24 de febrero. “En las circunstancias de tal agresión militar injustificada y sin precedentes, sería inaceptable que el régimen ruso obtuviera algún beneficio de la participación de jugadores rusos o bielorrusos en The Championships”, habían dicho desde el torneo.

En este sentido, Djokovic definió como un error el veto que el All England impuso contra los jugadores de Rusia y Bielorrusia. “No se consultó a nadie de la ATP ni se comunicaron con ningún jugador para iniciar un diálogo o comprender si había un espacio común para que ambas partes pudieran llegar a un acuerdo”, dijo. Y agregó: “Fue una decisión equivocada. Estoy por completo en desacuerdo. Es una situación en la que todos pierden. En lo colectivo me alegra que los jugadores estén alineados con la ATP y le hayan mostrado a un Grand Slam que, cuando se comete un error, debemos mostrar que habrá consecuencias”. La quita de puntos, o mejor dijo el hecho de no otorgar puntos, le juega en contra al serbio para quien "en mi caso -contó-, y el de otros jugadores que tuvieron buenos resultados el año pasado, no sólo no podremos sumar puntos, sino que tampoco podremos defenderlos. Es una situación particular y extraña, debo admitirlo”.

Sin embargo, el actual número 1 del mundo no considera renunciar a jugar el torneo que ya levantó en seis ocasiones. “Aun sin puntos, sigue siendo un Grand Slam. Wimbledon, para mí, fue mi torneo soñado cuando era pequeño. No lo veo pensando en puntos o dinero. Para mí, siempre será otra cosa”, expresó.

¿Qué sucederá con los puntos que no dará Wimbledon?

La ATP informó que todos los jugadores que sumaron puntos para el ranking en Wimbledon 2021 (Djokovic se llevó el máximo de 2000 al ser el campeón) los perderán de sus registros como parte del sistema de 52 semanas que contabiliza los 19 mejores torneos de un jugador en ese período. Por ello, lo que suceda en el torneo de 2022 no incidirá en el ranking del jugador.

El antecedente de 1973, el boicot por Niki Pilic:

En 1973, Wimbledon, el torneo más antiguo del mundo y, acaso, el más relevante entre los cuatro Grand Slams, sufrió un duro golpe de parte de los jugadores profesionales. En ese entonces, Cliff Drysdale, presidente de la Asociación de Jugadores de Tenis (fundada en 1972), que incluía al campeón estadounidense Stan Smith y a la mayoría de los principales jugadores del circuito masculino, notificó que había instado a sus miembros a retirarse de Wimbledon. ¿El motivo? Niki Pilic había sufrido una sanción de Federación de Tenis de Yugoslavia (avalada por la ITF) por negarse a jugar la Copa Davis frente a Nueva Zelanda.

Por ello, 81 jugadores se manifestaron en contra y, en una reunión durante el Abierto de Roma, decidieron que no participarían en los torneos en los que Pilic no fuera aceptado. “Tenemos la máxima confianza en nuestra causa. Lamentamos profundamente que esta confrontación se produjera antes de Wimbledon, pero teníamos pocas opciones”, esgrimieron.

Con ese panorama, el torneo se disputó sin 13 de las 16 de los mejores jugadores del momento: el vigente campeón Smith, Arthur Ashe, Ken Rosewall, Roy Emerson y Clyff Drysdale (primer Presidente de la ATP), entre otros. Tan solo participaron el estadounidense Jimmy Connors, el rumano Ilie Nastase y el sueco Björn Borg. Ese año, Wimbledon quedó en manos de checo Jan Kodes, quien no era mimbro de la ATP, al vencer al ruso Alex Metreveli por 6-1, 8-9 y 6-3.

Así, la edición 87º quedó marcada como una de las más controversiales y aquella huelga es considerada como un mojón fundamental impuesto por los verdaderos protagonistas, los jugadores. Situación que obligó a la ITF a repensar la sanción a Pilic, que finalmente vio reducida a un mes por la amenaza de un nuevo boicot que afectara al US Open.