Su nombre estuvo siempre ligado no sólo al tenis sino a las estrellas que él mismo ayudó a formar. En su academia tuvo figuras de los ochenta, noventa y más también. Creador de números uno, con una visión a futuro y fama de ser exigente con sus pupilos fue considerado como uno de los entrenadores más importantes de la historia del tenis. A los 91 años falleció Nick Bollettieri.
Para quienes no son muy cercanos al tenis, quizá la historia de su famosa academia de La Florida les llegó a través de Open, la biografía de André Agassi, quien dedica varias páginas a hablar de las exigencias del entrenador y el entorno en el que vivían los jóvenes tenistas que estudiaban, comían, dormían y entrenaban allí.
Sin embargo, Bollettieri fue mucho más que eso. De hecho, el mismo Agassi lo despidió en redes: "Nuestro querido amigo Nick Bollettieri se graduó con nosotros anoche. Le dio a muchos la oportunidad de vivir su sueño. Nos mostró a todos cómo se puede vivir la vida al máximo. Gracias, Nick".
Academia de estrellas
No sólo Agassi pasó por aquella academia fundada en 1978 por este descendiente de italianos que nunca jugó al tenis pero lo cambió por completo. Les inculcaba la competitividad por sobre todas las cosas, la entrega total al deporte y en muchos casos no falló.
¿Los nombres más resonantes? Monica Seles, Jim Courier, Mary Pierce, Sara Errani, Maria Sharapova, Sabine Lisicki, Marcelo el Chino Ríos, Daniela Hantuchova, Mark Phillippousis, Jelena Jankovic, Martina Hingis, Tommy Haas, Xavier Malise y las hermanas Venus y Serena Williams.
"Entrenador de 10 número 1" decía su biografía de Instagram. En el 2014 ingresó al International Hall of Fame del tenis.
Personalidad a la altura de sus tenistas
Piel bronceada, anteojos espejados, ropa deportiva, personalidad extrovertida. Supo pedir dinero prestado para crear su academia luego de sumar varios alumnos cuando comenzó a dar clases pese a su poca experiencia como jugador. Porque era hábil para los negocios también y venderse a sí mismo, claro.
Si hasta vendió su Academia en 1987 a la IMG (International Management Group), aunque siguió trabajando allí hasta sus últimos días.
