Tomamos un tren sobre las 10:55 de la mañana con destino a Castellón para ver un decisivo encuentro de Champions que tan bien resume la actualidad de ambos equipos. Villarreal vs. Manchester United era nuestro objetivo y así vivimos lo que fue la conquista de La Cerámica por parte de Cristiano Ronaldo.

Desde que buscamos alojamiento nos dimos cuenta que la noche sería grande. Castellón, Vila-real y otros municipios en un rango de 5 kilómetros estaban con un 98% de su hostelería ocupada cuando nos disponíamos a hacer una reserva. Finalmente lo conseguimos y cuando pisamos la comunidad valenciana vimos los que nos esperaba.

Un Red Army por el Mediterráneo

Un mar de ingleses se trasladó hasta la costa. Más de 1000 hinchas del Manchester United eran esperados en una ciudad de Vila-real que no olvidemos, apenas supera las 55.000. Camisetas, bufandas, gorras y banderas con distintivas del Red Army se encontraban en todo nuestro trayecto hasta La Cerámica, donde por fin pudimos conocer en primera persona lo que es la pasión del fútbol británico.

Que nadie les engañe, son los más ruidosos, pasionales y futboleros de Europa. Desde las dos de la tarde fueron locales en los alrededores de un estadio donde les preguntamos por Cristiano, Solskjaer y por supuesto Mauricio Pochettino. Las sensaciones de la mayoría están claras, el club viaja a la deriva y los tiempos de gloria ya hacen parte del pasado, pero movieron Old Trafford para alentar a los suyos pese a los 2107 kilómetros que separan Manchester de Vila-real.

Nervios, temor y mucho de la era Solskjaer

En cuanto al choque, Manchester United continúa sufriendo y de manera lógica lo que han sido los acontecimientos de las últimas horas. La salida de un mito de la entidad como Solskjaer ha pegado duro en las entrañas de una plantilla que ha reconocido su cuota de responsabilidad en el despido del ya exentrenador. Talento hay de sobra pero calma para explotarlo, de momento muy poca.

Villarreal se aprovechó de esto desde el arranque del primer tiempo. Manchester United no solo se encuentra tácticamente un paso por debajo del resto, sino que ante rivales organizados y muy físicos como el Submarino sufre más que nunca. De Gea sacaba balones a Trigueros, Danjuma, Yeremy y centros que pedían gol del local.

El apartado CR7

El nerviosismo de los Red Devils empieza desde su estrella, quien se enojó, movió, indició y regañó más que nunca a sus acompañantes buscando una reacción que apenas duró un cuarto de hora en el segundo tiempo. La sensación de que a este equipo le pueden hacer daño con muy poco se palpa en cada acción, cada rebote o cada balón en largo. CR7 estaba cada vez más lejos de sus compañeros en el campo luego de que Carrick le pasase al centro del ataque para que Martial arrancase por banda.

Cristiano está desesperado y cuesta verlo así. Su carrera choca de lleno con el presente de un equipo que se siente pequeño ante la adversidad, con mandíbula frágil ante los golpes y que se encomienda a una noche mágica para salir con vida de los terrenos de juego. A falta de 25, Carrick buscaba en Bruno y Rashford dos socios para buscar aunque fuese un remate que su 9 no tenía en toda la segunda mitad hasta el minuto 66.

Pero tan solo le basta eso al hombre que hoy por hoy sigue salvando a los suyos en la UEFA Champions League. Tras un incomprensible error de Gerónimo Rulli en salida, el rebote le quedaba a un CR7 que la picaba por encima del arco norte de La Cerámica para llegar a seis goles en la Orejona con 36 años. No ha existido ni existirá un jugador más decisivos en este torneo. Quedaban 12 mientras los fans del United se escuchaban por todo Vila-real.

Al Submarino se le fueron las fuerzas del cuerpo. Trabajó todo el encuentro por una victoria que se esfumaba por un error que eclipsó un trabajo físico y mental de admirar. Emery pedía aliento pero ya era imposible, Manchester United enviaba contras que acabaron con Jadon Sancho liquidando todo en el 88. Desahogo absoluto para Cristiano que se iba sustituido ante unos tibios aplausos de La Cerámica.

Manchester United sigue con vida y dio algo de gratitud a un mar de ingleses que en medio de uno de los momentos más extraños del gigante británico, le siguen con esperanza por toda Europa. Así lo vivimos desde el Estadio de La Cerámica donde Bolavip confirmó que mientras exista Cristiano Ronaldo, no hay nada imposible en la UEFA Champions League.