Roman Abramovich ha sido uno de los grandes salpicados en el mundo del fútbol por la invasión rusa a Ucrania. El multimillonario ruso, dada su estrecha relación con el mandatario, Vladimir Putin, se ve en serios problemas para permanecer en Reino Unido. Ahora ha abierto la subasta de las acciones de Chelsea, pero se ve contra las cuerdas por una enorme deuda económica consigo mismo.

La relación de Roman Abramovich con el gobierno de su país se ha convertido en un serio problema para Chelsea. El multimillonario se ve ahora forzado a vender el club ante las complicaciones que supone su permanencia en la ciudad de Londres. 

Ahora el club recibe sus primeras ofertas. El multimillonario, según informa The Sun, ha rechazado la oferta de Hansjorg Wyss, quien habría puesto sobre la mesa 2.200 millones de libras esterlinas para hacerse con el mando de Chelsea. Sin embargo, la situación no parece nada favorable para el magnate ruso. 

Tal y como reveló The Athletic en el mes de enero, el propio Roman Abramovich prestó a Chelsea cerca de 2.400 millones de euros en sus primeras 2 décadas de mandato. Esto, sumado al costo de las acciones del club y el proyecto de las reformas del estadio supondría una inversión de unas 7.000 millones de libras, algo nunca antes visto en el mundo del fútbol. Resulta sumamente improbable que alguien pague dicha suma. 

Fuente: Getty

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Presión máxima sobre Abramovich

Ahora el empresario se ve bajo la situación de una venta desesperada que puede ser aprovechada por los inversores. El mismo Wyss lo afirmó en unas declaraciones replicadas por The Sun. "Como todos los demás oligarcas, Abramovich esta en pánico. Está tratando de vender todas sus villas en Inglaterra y también quiere deshacerse rápidamente del Chelsea".