El estadio Nuevo San Mamés presenció el apretado partido en el que su equipo, Athletic Club Bilbao quedó eliminado a manos de Osasuna, que gracias al 1-1 de la vuelta de semifinales, dejó el global 2-1 a su favor y de esta manera disputará la final de la Copa del Rey.
Lo cierto es que, al menos, en lo que fue la primera mitad, los Leones fueron los amos y señores en el partido, pusieron contra las cuerdas a la visita, que apenas aguantaba los continuos embates de los locales, quienes además contaron con el aliento sin cesar de la alta cantidad de fanaticada en el escenario deportivo.
Los hermanos Williams fueron amplios protagonistas en el encuentro, debido a que Nico e Iñaki, estuvieron incisivos en el frente de ataque. Razón por la cual a los 33 minutos, el mayor, apareció con el tanto que puso adelante a los vascos y, por ahí mismo, igualó el global.
Tras un tiro de esquina ejecutado por Iker Muniain, Mikel Vesga cabeceó a placer, sin embargo, al frente del arco, Iñaki Williams se zambulló y con su pie izquierdo desvió el camino de la pelota y la envió al fondo de las mallas para poner el único tanto de los 90 minutos reglamentarios.
Con el 1-0 se cerró la primera parte y para el segundo tiempo no hicieron falta las ocasiones, pero esta vez de lado y lado; ya los Leones no eran los únicos en hacer presencia sobre el arco rival, sino los de Jagoba Arrasate despertaron y comenzaron a poner en aprietos a Julen Agirrezabala.
Pero tantas llegadas y aproximaciones de cada bando no terminaron en nada y así se pasaron los minutos, situación que provocó que el juego prosiguiera a los tiempos extras. Allí, al minuto 116, por medio de Pablo Ibáñez, que anotó golazo de media distancia, el marcador se decantó para la visita.
Ahora, Osasuna esperará rival del ganador de Real Madrid y Barcelona, llave que por ahora está a favor de los Blaugranas. Será un duelo histórico para ellos que tendrán una oportunidad y una linda cita con la oportunidad de ganar un partido en final a partido único.
