En el estadio Turf Moor, Burnley y Manchester United repartieron los puntos tras igualar 1-1, en el marco de la fecha 24 de la Premier League, este martes. Los Diablos Rojos dominaron, pero no pudieron descifrar el cerrojo defensivo planteado por los locales.
Y todo parecía que sería un partido de trámite para los de Ralf Rangnick, ya que todo empezó bien; a los 11 minutos le anularon un gol a Raphael Varane, por fuera de lugar, pero todo parecía ir por buen camino. Y efectivamente así fue, ya que a los 18 se rompió la paridad.
Tras un pase de Luke Shaw, Paul Pogba, quien no anotaba desde hace más de nueve meses, volvió a celebrar tras impactar la pelota con borde interno y definir al techo del arco de Nick Pope, que al paso del tiempo se convirtió en una de las figuras del encuentro.
Con el triunfo por la mínima diferencia se cerró la primera parte, la visita era superior, dominaba a placer e, incluso, Pogba anotó de nuevo, pero el gol fue anulado, ya que el francés golpeó a un rival con la mano y no fue convalidada la diana.
Pero fue otra la actitud con la que salió el conjunto local, ya que a los 47’, dos minutos después de iniciado el complemento, y luego de una buena transición de defensa a ataque, Jay Rodríguez entró al área grande y definió con clase frente al arco de David De Gea.
De ahí en adelante fue un solo de los foráneos, que por más que lo intentaron, nok estuvieron claros en la definición y también se encontraron con la figura fundamental de Pope, arquero del equipo que recibía, quien al menos en tres oportunidades tuvo atajadas claves.
Ha sido una mala semana para Manchester United, que en la jornada de viernes cayó y quedó eliminado de la FA Cup, a manos de Middlesbrough. Ahora, por Liga cedieron puntos vitales en sus aspiraciones de estar en puestos europeos. Con el punto, continuaron quintos, pero con 39 unidades, una menos que West Ham.