Huracán sufrió demasiado sobre el final pero empató 2-2 y ganó el global 3-2 para eliminar a River, el vigente campeón. Definirá la Copa Sudamericana ante Santa Fe de Colombia.
Hasta esta noche de jueves en el Ducó, el Millonario había tenido la virtud de mostrar los dientes en los momentos límites. Hoy, la tuvo con cierto carácter retardado, pero no le bastó para llegar a una final del torneo continental.
Ni el propio hincha de Huracán habría imaginado en comienzo tan perfecto como el que vio en Parque Patricios. Ya desde el inicio, a los dos minutos, Patricio Toranzo aprovecharía desde la medialuna del área un despeje mal direccionado y corto de Marcelo Barovero.
Con gran juego y personalidad, nunca refugiándose en su arco con el resultado a su favor, los de Eduardo Domínguez parecieron seguir la misma línea que hace unas semanas en el Monumental. Así, producto de un gran pase, una desinteligencia de la zaga de centrales y una tardía salida del arquero rival, Wanchope Ábila definiría de sombrero el 2-0. El Ducó deliraba ante un contexto perfecto.
Para el segundo tiempo, Marcelo Gallardo realizó dos variantes con el objeto de cambiarle la cara a un equipo que, pese a ser superioridad en los últimos minutos de la primera parte, necesitaba un milagro para remontar la serie.
Poco a poco, en el momento en que la soga más apretaba, Rodrigo Mora sacó de su derecha un golazo al ángulo izquierdo de Marcos Díaz para ilusionar a todos los millonarios. Un manotazo de ahogado que salvó al moribundo.
El Millonario fue otro después del gol, se contagió y jugó como el campeón de Libertadores y Sudamericana. Así, llegó otra vez Mora, cuándo no, para definir mano a mano ante el arquero rival y poner el empate parcial, que los dejaba a uno de la hazaña.
En medio de un clima de nerviosísimo puro por parte del local, desde sus jugadores hasta sus hinchas, Huracán
aguantó hasta los 94′, cuando el árbitro decidió ponerle punto final a una semifinal que tuvo de todo. El Globo eliminó a River, el último campeón que demostró un carácter que parece llevarse a cualquier rival por delante. Jugará -tal vez- la instancia más importante de historia ante Independiente de Santa Fe.
+ El partido en números de Ábila, la figura: