Desde hace un par de campañas existe la creencia en la liga de que Jimmy Butler no es un buen compañero o alguien fácil de tener en el vestuario, después de crear problemas en los Chicago Bulls y Minnesotta Timberwolves.

Durante su periplo en Chicago, hubo varias historias acerca de una presunta relación rota entre Butler y Derrick Rose, para entonces líder del equipo, asegurando que el escolta quería ser reconocido como la nueva cara de la franquicia.

En este sentido, Rose reveló en su autobiografía "I'll Show You" que, efectivamente, Butler tuvo varios roces con el resto del equipo, llegando al punto en el que ni siquiera quería compartir vestuario con ellos:

"Pasaban cosas muy raras. No estaba muy seguro de qué se trataba, pero Jimmy no se vestía con nosotros. Esa temporada siempre se vestía con los entrenadores y no se mantenía en el vestuario. Tengo que admitir que nunca había visto eso antes. Alguien separándose del equipo. ¿Cómo demonios podrían creer que éramos un equipo si pasaba eso? Por supuesto, me culparon a mí, pero Jo (Joakim Noah) también lo vió, y él y Jimmy discutieron, había una gran fractura".

Butler se convirtió en el mejor jugador de los Bulls cuando Rose cayó lesionado nuevamente, y muchos de sus compañeros y miembros de la prensa consideraron que se le subieron los humos rápidamente.

El equipo eventualmente lo traspasó a los Minnesota Timberwolves después de no poder lidiar con su carácter, pero ahí también causaría problemas y sería enviado a los Philadelphia 76ers.

Hoy, es el principal referente del Miami Heat y uno de los mejores defensores de la liga, pero, a menos que cambie su actitud, no habrá otra estrella que quiera compartir vestuario con él y difícilmente ganará un campeonato.