Quedaban pocos minutos, y Boca no había dejado a nadie para defenderse de la contra. A nadie literalmente, porque hasta Andrada había ido al área a buscar el córner que iba a ejecutar Carlos Tévez.

El centro llegó, y River pudo despejar la pelota de buena manera, y quedó el Pity Martínez con media cancha para correr sin ningún tipo de oposición.

El 10 Millonario fue con el balón hasta la puerta del área grande y metió el tercer gol desatando el delirio de todos los fanáticos del Millonario.

Con este gol, Marcelo Gallardo se asegura su segunda Copa Libertadores dirigiendo al club de Núñez y la cuarta en total del equipo.