Antonio Brown pasó muy rápidamente de ser uno de los jugadores más respetados de toda la NFL al hazmerreír de la liga, robándose los titulares casi diariamente con algún berrinche on historia simplemente increíble.

Eso, aunado a las acusaciones de violencia sexual, impagos, y un sinfín de reportes acerca de sus problemas de conducta, llevaron a los New England Patriots a cortarlo un par de semanas después de firmarlo.

Brown protestó y se quedó para recibir hasta el último centavo de su contrato garantizado con los Patriots al margen de una investigación de la NFL que, con casi total seguridad, le hubiera prohibido jugar esta temporada.

Entre dimes y diretes, el ex de los Steelers se alejó de las redes sociales por un tiempo y se presumía que estaba intentando orquestar un regreso al emparrillado con el equipo de Foxborough, mostrando su arrepentimiento.

No obstante, si existía alguna pequeña posibilidad de que Brown volviera a los Patriots, esta puerta se cerró estrepitosamente después de su actividad reciente en Instagram, cuando reposteó una historia en contra del propietario Robert Kraft:

"Me empiezo a cuestionar si Robert Kraft quiere ganar. Hay rumores de que tu mariscal de campo se quiere ir y ya perdiste a tu ala cerrada All-Pro. Asumiría que quieres mejorar tus armas a la ofensiva, que obviamente te faltan. Tom (Brady) y Josh (McDaniels) no tienen nada con qué trabajar. Trágate el orgullo, RKK. Un reporte dijo que tenías un dedo en el c*lo en un spa, déjanos firmar a AB y podrás ganar otro Super Bowl", rezaba la publicación reposteada por Brown.

Dicha historia hacía alusión a escándalo de prostitución en un spa del que Kraft fue acusado antes del inicio de la temporada, un incidente que quedó irresoluto, al menos ante los ojos del público general.

Con total seguridad, Kraft no apreciará que Brown le recuerde al público su infame historia del spa, sea o no cierta, así que cada día parece más difícil que Brown vaya a volver a la liga. Al menos con los Patriots.