Stephen Curry siempre sorprende y no importa cuándo se lea esto. El guardia no se conforma con estar promediando casi 40 puntos en abril, sino que además se destaca con jugadas que solamente él puede realizar. En esta ocasión, el equipo que lo sufrió fue Boston Celtics, en el juego que Golden State Warriors necesitaba ganar.

A Curry siempre lo defienden los mejores y, en esta ocasión, le tocó lidiar con uno de los mejores defensores de la NBA: Marcus Smart. No obstante, Smart ya no estaba en cancha, pero nadie puede frenar a Steph cuando se le ocurren hacer genialidades, como sucedió en el TD Garden.

Cuando el segundo cuarto se moría, Stephen Curry estaba verdaderamente en llamas. Allí, aprovecho la incesante defensa de Grant Williams para robarle una falta y, a su vez, terminar lanzando de espaldas y a una mano. De manera increíble, pero posible, el balón terminó ingresando para sumar nuevos puntos. Solamente él puede hacerlo.