Rafa Benítez ya prepara una estrategia para controlar a Lionel Messi, quien acelera su recuperación y no quiere perderse el clásico por nada del mundo.
Lejos de contemplar las consignas de sus futbolistas, quienes en el vestuario parecen haber coincidido en que la mejor manera de conseguir la victoria es atacando a Barcelona y adueñándose del control del balón, el entrenador merengue trabaja en la orientación inversa, diseñando la mejor estrategia defensiva para controlar lo que el crack argentino pueda inventar en una ráfaga.
Los referentes merengues pidieron atacar a Barcelona y jugar con valentía.
Por eso Rafa Benítez ya pensó en el peor de los escenarios, con Messi jugando desde el minuto uno, y diagrama un método para aislarlo, impidiendo que enlace con el mediocampo y desconectándolo del resto del tridente, su principal obsesión por éstas horas.
Al entrenador le importa poco la crítica, no reniega de preparar a su equipo en base al rival y trabaja en su laboratorio la mejor manera de neutralizar a los cracks de Barcelona. Pero sus futbolistas se han parado de antemano en la vereda opuesta, convencidos de que para ganar el clásico deben salir al ataque.
Éstas diferencias podrían ser una bomba de tiempo en caso de que el resultado de éste sábado no favorezca al Madrid, ya que la disputa quedaría más expuesta que nunca y las recriminaciones no tardarían en llegar.
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