Luego del final de la campaña 2018-19, Boston Celtics sabía que debían hacer ajustes serios en su plantel. Con la salida confirmada de Kyrie Irving, fue una grata sorpresa la incorporación de Kemba Walker, ya que nuevamente tenían uno de los mejores bases de toda la NBA. Además, Walker llevó alegría a Boston, algo que con Irving en el último tiempo no era tan así. 

Kemba llegó y rindió al instante, al tal punto que fue uno de los representantes del Este para disputar el Juego de las Estrellas en Chicago. Su nivel fue el mismo que se le vio en Charlotte Hornets, aunque según contó el guardia, Gordon Hayward tuvo mucho que ver en su adaptación. 

Como es sabido, Walker cambió de equipo por primera vez en su carrera, por lo que al principio quizás no se creía el ‘dueño’ del equipo, aunque Hayward se encargó de sacarle todas las dudas: "Siempre se acercaba a mí, diciéndome que quería que fuera más agresivo; puede decir cuando no lo soy", reveló el ex-jugador de los Hornets en Bleacher Report

“Me hizo sentir cómodo, lo que realmente aprecié, especialmente a principios de año. Solo haciéndome saber que nadie va a decir nada y que nadie se va a enojar conmigo por disparar ciertos tiros”, sentenció. Vaya paradoja, ya que Irving era el primero en enojarse, lo que le causó varios problemas en el vestuario. 

Hasta la suspensión, los números de Kemba hablaban por ellos mismos: 21,2 puntos, 4,1 rebotes y 4,9 asistencias, con un 42,1% en tiros de campo y 37,7% en tiros de larga distancia. En Orlando, tiene la confianza para seguir enamorando a todos los Celtics.