Una vez más, los New York Knicks se han convertido en el hazmerreír de la NBA, pues no solo no pudieron conseguir a Zion Williamson en el Draft, sino que además el rival de la ciudad, los Brooklyn Nets, les ganó la pulsada por Kyrie Irving y Kevin Durant.
Durante toda la campaña, se presumió que el alero ex de los Golden State Warriors tendría todo acordado con la franquicia de los Knicks para convertirse en su próxima estrella, hasta que las negociaciones se cayeron en el último minuto.
En este sentido, reportaron que James Dolan, mandamás de los neoyorquinos, no quiso ofrecerle un contrato máximo a Durant debido a la lesión que sufrió en el tendón de Aquiles durante las Finales de la NBA.
Es por eso que Durant volcó su atención hacia un equipo de Brooklyn que demostró confianza y paciencia para su recuperación, asegurando así sus servicios por las tres campañas posteriores a su regreso.
Las dudas de Dolan serían lógicas al recordar las pésimas experiencias de los Knicks con estrellas lesionadas en el pasado, como Antonio McDyess, Andrea Bargnani, Amar’e Stoudemire y Joakim Noah.
Sin emabrgo, cuando un jugador es tan talentoso como Durant, es de esperar que, incluso lesionado, las franquicias hagan fila para tratar de hacerse con sus servicios. Ahora, volverán a quedarse con las manos vacías.