Mucho se ha hablado de LeBron James a lo largo de su carrera. Siempre se ha alabado como un rival respetuoso, un tipo con una carrera insigne, y que además ha sabido siempre afrontar la victoria y la derrota con mucho temple.
Sin embargo, cuando aún era miembro de los Cleveland Cavaliers, la prensa y los fanáticos criticaron al Rey por jugar al “desafío de la botella de agua” en el banquillo, mientras el resto de su equipo destrozaba por completo a los New York Knicks.
Ahora, un par de temporadas después, Richard Jefferson, ex compañero de LeBron en esos Cavs, aclaró que eso realmente no fue lo irrespetuoso de la situación, sino el hecho de que James y compañía habían salido de fiesta la noche anterior porque sabían cuál sería el resultado del partido.
Los Knicks, que no competían para entonces, caían por una diferencia considerable ante unos Cavaliers minados de estrellas cuando aún quedaba tiempo en el reloj, y, aparentemente, en Cleveland ni siquiera pensaron en preparar el cuerpo antes del compromiso.
Es un secreto a voces que las ciudades como New York y Los Ángeles son idóneas para que las estrellas de la NBA disfruten un poco de la vida nocturna y eso suele pasarles factura a la hora de rendir en el tabloncillo al día siguiente.
Esta vez, afortunadamente, no fue el caso, pero queda claro que no fue precisamente el comportamiento más profesional de parte de atletas de máxima competencia en plena temporada regular.